Cómo afrontar el embarazo y el parto con confianza

La llegada de un bebé siempre genera mucha alegría. Aunque también existe una parte de incertidumbre, miedo y respeto que rodea todo el proceso del embarazo y del parto que es completamente normal. Surgen preguntas como… ¿El bebé está creciendo bien? ¿Qué debo hacer sí…? ¿Cómo debo afrontar el parto? ¿Qué tipo de anestesia quiero para el parto? ¿A quién debo recurrir si tengo dudas?

Hoy en el post de hoy afrontaremos algunos consejos para afrontar el embarazo y sobre todo el parto, con la máxima confianza. El objetivo de este post es ayudaros a superar los miedos e incertidumbres típicas que le ocurren a tantas y tantas madres.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que la gestación de cualquier bebé genera muchos cambios hormonales que afectan directamente a nuestro estado natural. Las emociones están a flor de piel y es completamente normal tener altos y bajos, durante las 40 semanas que dura de media el embarazo.

Comparte con tu pareja el día a día. Explícale cómo te sientes, qué necesitas, qué pueden hacer por ti para que tu pareja te entienda mejor y empatice. Los ginecólogos y las matronas disponen de muchísima experiencia ayudando a futuras madres con el proceso del embarazo. Pregúntales, déjate asesorar por profesionales que te aporten la información necesaria para aclarar tus dudas y, sobre todo, no te compares, porque cada embarazo y cada parto, es distinto.

Se acerca el gran día y seguramente, el momento de más carga emocional y de nervios de todos: el parto. En muchos hospitales existe la posibilidad de definir el plan de parto. Escoge todo lo que puedas, visualiza en positivo aquello que quieres que ocurra y conseguirás crearte un escenario lo más cómodo posible.

El parto es una experiencia en la que se lleva a la madre al límite físico y emocional en todos los sentidos. Cada parto es distinto, cada bebé es distinto y cada situación es distinta. Es normal que los nervios estén presentes, las emociones deben fluir y, sobre todo, deben expresarse para que todo vaya bien.

En todo momento, debes tener la mente abierta. Es completamente normal que haya cambios en lo que has programado, pero debemos ser flexibles para no frustrarnos o alternarnos. A partir del nacimiento del bebé, debemos tener claro que los planes son cambiantes y condicionados al bienestar de la madre y del bebé. Lo demás no importa, puede esperar y debe esperar.

Ante cualquier situación límite de miedo y/o nervios, pide ayuda. Tenemos la gran suerte de poder contar con recursos prácticamente ilimitados que ayudan a muchísimas madres a afrontar los cambios que llegan con la maternidad. Disfruta y déjate llevar que lo mejor está por llegar.

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