Cosas que debes saber acerca de un test de embarazo
Una de las primeras reacciones ante un retraso en la regla, ante la aparición de náuseas o vómitos, ante un dolor en el pecho, ante un aumento de ganas de orinar, ante una aversión a ciertos olores y alimentos, es realizar un test de embarazo. Desde hace muchos años, es uno de los métodos más rápidos para saber si realmente estás o no estás embarazada, antes de acudir al ginecólogo/a.
El test de embarazo que podemos encontrar en cualquier farmacia es un test que detecta en la orina la presencia de la hormona gonadotropina (hCG), la conocida como la hormona del embarazo. Este test funciona de una manera muy sencilla: cuando una gota de orina entra en contacto con la tira que hay en el test, ésta se tiñe mostrando unas líneas que determinan el resultado. Lo primero que veremos igual que en un test de COVID-19 es una raya vertical (que indicaría el control del test). Si aparecen dos por muy poquito marcada que salga esta segunda, el resultado del test es positivo, lo que indica que ¡estás embarazada!
El momento que escojáis para la realización del test es muy importante. Seis días después de la fecundación del óvulo, el cuerpo empieza a segregar la hormona gonadotropina. Lo ideal sería realizar la prueba unos cinco-seis días después del retraso menstrual, ya que es el momento en el que los niveles hormonales están más altos y la fiabilidad del test será mayor.
Ante un positivo, lo primero que debéis hacer es comprobar que el embarazo va bien. Por este motivo, será indispensable que pidas hora lo antes posible con tu ginecólogo/a para una visita exhaustiva que verifique que todo va según lo previsto.
¿Puede darse un caso de falso negativo? Y, ¿falsos positivos?
Sí, pero es poco frecuente. En estos casos, si el test da negativo y las sensaciones son de estar embarazada, lo habitual es repetir el test al cabo de cuatro o cinco días para ver si hay suficiente hormona del embarazo en la orina que lo confirme.
En el caso de un falso positivo, podría darse la situación de dar positivo cuando en realidad no estás embarazada. Pese a ser un caso bastante extraño y poco común, podría darse si estás tomando un medicamento para la infertilidad o tienes alguna patología ginecológica como los quistes ováricos.
¿Los test de embarazo caseros son fiables?
Seguro que habréis oído hablar de los test caseros. Algunos consisten en mezclar la orina con vinagre, aceite, lejía… y esperar reacciones, pero no es del todo aconsejable si buscamos fiabilidad en el resultado.
También existe un método “casero” que consiste en inyectar orina de la supuesta embarazada a una rana o un sapo y esperar a ver si expulsan espermatozoides. Pero la complejidad de conseguir el animal y la rareza del experimento, complican la prueba.
Nuestra recomendación es clara y sencilla: si pensáis que podéis estar embarazadas, acudir a una farmacia en busca de un test y salir de dudas. 😉
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